Existe una clara tendencia hacia la búsqueda de la cualidad “sabor” en el tomate, tanto por parte de Distibuidores como Consumidores, cansados del decepcionante sabor de tomates con “forma externa perfecta” pero “que no saben a tomate”. Se da la circunstancia de que en nuestra zona de cultivo la producción de tomate posee unas características diferentes respecto de otras zonas.
¿Por qué?
CASI cultiva su producto en tierras del levante almeriense, unas tierras con unas características especiales que confieren al producto un plus de sabor que solo se dan en determinadas zonas productoras como Levante Almeriense
Aguas
Una razón fundamental por la que conseguimos tomates con sabor es gracias al tipo de agua, muy salobre, fundamental para conseguir los mínimos de grados brix de un tomate sabroso. Nuestras aguas de riego presentan una alta conductividad y buena tasa de absorción de sodio, fundamentales para aportar los rasgos organolépticos de nuestro tomate.
Terrenos
Los suelos en los que se cultiva nuestro tomate se ajusta a la definición de suelos salino-sódicos, en concreto el pH del suelo gira en torno a la neutralidad (7.5), mientras que la CE alcanza valores cercanos a 7 dS/m, en incluso en algunos casos superiores.
En este sentido indicar que el 70% de los suelos de cultivo que se encuentran dentro de nuestra área geográfica delimitada presentan conductividades eléctricas superiores a 6 dS/m, lo que refleja la alta salinidad que presentan la mayoría de los suelos de la zona.
Clima y Luminosidad
La elevada temperatura media anual de Almería, unida a la baja precipitación media anual, aseguran un fuerte proceso de evapotranspiración y un escaso drenaje, lo que permite que las sales solubles permanezcan en el suelo y eleven su conductividad eléctrica.
Parte de las características climáticas de la zona son el resultado de la circulación general atmosférica que determina el clima peninsular, pero, al mismo tiempo, es también determinante la posición relativa que la zona ocupa dentro del solar hispánico, en el ángulo sudoriental, por lo tanto, en la posición más alejada posible del camino que recorren las masas de aire peninsular fuertemente influenciado por el gran desierto africano.